Puntos y Comas

ENTREVISTA | Jorge Zepeda explica cómo se moverá José Antonio Meade, “el candidato sin partido”

01/12/2017 - 12:05 am

El libro Los suspirantes (Planeta) es ahora una guía espectacular. Antes era un libro muy bien hecho por los periodistas más renombrados de México, pero ahora aparece como un faro que nos va a ayudar a decidir cómo votar en el 2018. Claro, está José Antonio Meade, un “tapado” por el PRI, destinado primero a dejar sin argumentos ni posibilidades al frente conformado por el PAN –vía Ricardo Anaya- y el PRD –vía Alejandra Barrales- y luego a ganar sí o sí, evitándole otra vez la victoria a Andrés Manuel López Obrador.

Guadalajara, 1 de diciembre (SinEmbargo).- Jorge Zepeda, coordinador del libro Los suspirantes (Planeta), nos dice que fue Mayte Azuela la encargada de describir a José Antonio Meade, un hombre fuera del PRI, conservador, católico, “nacido el 27 de febrero de 1969 en el entonces Distrito Federal. Sus raíces han sido determinantes para la formación de las habilidades emocionales que le permiten ahora poder navegar en mares de grupos políticos diversos. Como Santiago Creel y Vicente Fox, Meade Kuribreña tiene ascendencia irlandesa. Comparten los tres el mote de “Trev”, que significa criollo irlandés.

Uno de los pioneros que salió de Dublín para forjar futuro en el continente americano, fue su tatarabuelo Don Joaquín Meade, quien nació en Dublín, Irlanda en 1805. Su familia se trasladó a México en 1840. La mayoría de los primeros inmigrantes irlandeses eligió asentarse en zonas mineras de la República Mexicana. Consiguieron edificar un vasto patrimonio. Se dice que la familia Meade de León, fue terrateniente de más de 50 mil hectáreas y dueña del casco o castillo de Nueva Apolonia Tamaulipas. Las tierras les fueron sustraídas paulatinamente y la mayor parte de ellas se entregó a campesinos entre 1936 y 1939, durante el mandato del Presidente Lázaro Cárdenas.

Su abuelo paterno fue Luis Maximiliano Jr. Meade Gómez quien fuera hijo de Luis Maximiliano Meade Lewis. El nombre de su padre se castellanizó de Denisse a Dionisio, y le remolcan apellidos que prolongan su lectura: Dionisio Alfredo Meade García León Avellaneda”.

“No ha sido muy sorpresivo porque tenían tres meses ventanéandolo, pero bajo cualquier criterio es verdad, rompe la ortodoxia. El primer candidato del PRI que no es miembro del PRI. No es poca cosa. Es una derrota del priísmo convencional y en parte es una jugada maestra. Es tal la reprobación que despierta el desempeño presidencial y el desencanto con el PRI, que cualquier otra opción estaba condenada a la derrota”, dice Jorge Zepeda.

Y continúa: “Lo más difundido en este país es el anti-priísmo, que convoca a casi el 70% de los mexicanos. En ese sentido necesitaban a un no priísta para tener una posibilidad de participar. Hace seis meses, la estrategia indicada era para el PRI la fragmentación del voto anti-priísta, de tal manera que no lo captara completamente Andrés Manuel. La presidencia hubiera estado por explorar una enorme parrilla de opciones que atomizaran el voto contrario y ellos poder ganar con un voto duro del 30 por ciento. Esa era la estrategia inteligente, pero de repente se han desdibujado de tal manera los otros candidatos del PAN o del PRD y luego la buena fortuna que encontraron entre su gabinete a alguien que tiene la enorme virtud de no ser priísta, encontraron una ventana que no se contemplaba hace un año, en realidad. Meade entonces pasaría a ser un candidato completamente favorecido para un sector conservador que en otras instancias podría haber votado por el PAN”.

“Lo que está detrás de la elección de Meade, es en realidad una estrategia obvia, convertir las próximas elecciones entre dos. Convertirla en un plebiscito entre Andrés Manuel (una amenaza para México, según la narrativa oficial) y Meade, un candidato sin partido, de la “gente bien”, entre esta narrativa del populismo versus la discreción de un funcionario laborioso. Meade no es un hombre carismático y está muy bien para lo que quiere expresar el PRI”.

–¿Cómo se hará para romper esa alianza social que existe entre el PRI y la gente que lo vota, no digo la “gente bien”?

–Bueno, se rompió en el 2000. Desde entonces el PRI ha aprendido lecciones y esta capacidad de hacerse un camaleón, la ha ampliado. De alguna manera Enrique Peña Nieto renuncia a su condición de nombrar a un “delfín” de su propio grupo (Atlacomulco) o incluso a Osorio Chong, que es un colega de su sociedad política, por un externo, pero todo al servicio de mantener un status quo. Ahora, se va a tener que jugar, porque por vez primera un Presidente priísta enfrenta la opción de perder signifique no sólo una afrenta para su orgullo, sino también para su integridad física. Si gana López Obrador, las posibilidades de que Peña Nieto enfrente demandas jurídicas por corrupción o por negligencia son muchas. A lo perdido, lo ganado.

El escritor y cómo se moverá Meade en las próximas elecciones. Foto: SinEmbargo

–¿Quién es Meade?

–Una de las grandes banderas de Andrés Manuel López Obrador es convertir la elección en un plebiscito alrededor de la corrupción y una alternativa honesta o sana, de acuerdo a su propia trayectoria. La única carta que tenía el PRI pudiera resbalarle en cierta manera esta acusación es Meade, porque de acuerdo al perfil de Mayte Azuela, no ha sido la ambición económica el motivo por qué se metió a la política.  Es un técnico, conservador, católico practicante y muy ferviente, de una estructura familiar muy tradicional y cohesionada. Siempre con un pie en el mundo de la gente normal y con el otro pie en el mundo de las élites. Estudiante de derecho, estudió en la UNAM, pero luego maestría en el ITAM y un doctorado en una universidad estadounidense, que es el elemento común en muchos políticos tanto de aquí como de otros países latinoamericanos. Meade tiene esta ambivalencia. Pasa por ser un hombre que le gusta no exhibirse, que no es protagónico, que viaja en clase turista, que sabe el nombre del portero del edificio y parecería un rasgo que lo caracteriza desde hace muchos años. Hace mucho que está en el poder y habría que preguntarle cuánto recuerda un viaje en el Metro que no haya tenido una visión antropológica.

–Decías que tenía una estrategia contra López Obrador, pero también tiene el PRI una estrategia contra el frente formado por Anaya y el PRD

–Sí, absolutamente. El frente es un cadáver. Uno es que carecen de un candidato que arrastre a la gente. Margarita Zavala nunca fue una candidata en el Partido, más allá de sus estrictos seguidores, sobre todo porque la gente del PAN no olvida los personalismos de Felipe Calderón. Ricardo Anaya es todavía un joven muy desconocido para las masas, mucha gente resiente que haya triunfado tan vertiginosamente. Al final está haciendo agua un maridaje forzoso entre dos corrientes que responden a nichos totalmente distintos. Son concepciones del Estado muy diferentes. El tema de la educación privada, el tema de la concesión del Estado para la sociedad, el PRD iría por las migajas. Hace un año, la única posibilidad era hacer un frente que no incluyera al PRI para poder ganarle a Andrés Manuel. Todo esto era antes de Meade y uno de los grandes impulsores para hacer este frente era la lógica de la Presidencia. Hoy no es así. En las próximas semanas va a haber un golpeteo continuo contra los candidatos que tengan que ver con el frente, los candidatos que debiliten a Meade. Si antes le daban el beneficio de la duda a Margarita Zavala, al propio Mancera, al propio Ricardo Anaya, al sistema ya no le interesa que crezca alguno de ellos.

–¿Cuáles son las medidas para las elecciones? ¿Interesa la pobreza en México?

–La pobreza nos interesa a todos, en particular en un país donde el 40% de la gente es pobre, el tema es que no tiene un motor tan fuerte para las elecciones porque la pobreza vota menos. Los pobres votan menos y en cierto modo es la zona donde se ejerce el clientelismo electoral. Yo creo que los temas que van a operar es la inseguridad pública, corrupción e incertidumbre económica. La preocupación es de la clase media baja que siente que está cayendo para la clase baja.

­–¿Qué papel van a jugar los medios de comunicación como SinEmbargo, como Animal Político, estos medios independientes?

–Quizá nunca como ahora va a ser importante, para nuestra desgracia lo que se nos avecina una campaña negativa como nunca habíamos visto. Lo que el sistema va a intentar es convertir a Andrés Manuel López Obrador en la pluma de vomitar. No pueden construir un candidato arrasador, lo que pueden hacer es que los mexicanos voten por “un mal menor” y para eso van a convertir en un “mal mayor”. No habrá límites en la tarea de descalificar, vituperear, enlodar, ensuciar, en una escala tremenda. El aparato mediático que maneja los intereses de la Presidencia es mayoritario, lo vamos a ver trabajando en toda su magnitud, minimizando los temas de corrupción y vamos a ver a un Meade tratando de dibujar una administración distinta, sin los padrinos que lo han puesto ahí, en esa candidatura.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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